La berenjena es originaria de la India. Pertenece a la familia de las solanáceas. Es una planta de climas cálidos o templados, muy sensible al frío.

Contiene un 90% de agua, pocas grasas, fibra y pocas calorías. Además nos aporta vitamina E, A, C, B1 y B2, hierro, calcio, potasio, fósforo y ácido fólico.

La mejor época para consumirlas son los meses de mayo, junio y julio.

Es muy posible que por desconocimiento de cómo tratar culinariamente a la berenjena o por utilizar especies no comestibles causó problemas digestivos, creándose una mala fama. Durante los primeros siglos de la entrada a Europa existió la creencia de que su consumo provocaba múltiples enfermedades como fiebre, epilepsia y la locura, por lo que la planta fue utilizada durante tiempo como un adorno decorativo y exótico y no como un alimento.

  

 PROPIEDADES E INDICACIONES.

- Mejora la circulación.

- Antioxidante. Por su contenido en vitamina E, que se encuentra en la piel,  protege al organismo de enfermedades cardíacas y cáncer.

- Mejora el sistema nervioso y cardiovascular debido a su contenido de potasio.

- Diurética. Alto contenido en agua. Favorece la eliminación de toxinas del organismo.

- Bajo aporte calórico por ellos se recomienda en dietas de control de peso.

- Depurativa. Su contenido en fibra ayuda a bajar los niveles de azúcar en sangre por ello es muy beneficiosa para personas diabéticas.

- Favorece la eliminación de colesterol. Debido a su contenido en fibra, ayuda a regular el tránsito intestinal.

- Aporta un alto contenido en ácido fólico muy importante en el embarazo.

- Digestiva. Estimula la secreción de jugos gástricos.

- En caso de anemia mejora las defensas por su contenido en hierro y magnesio.

- En su aplicación externa, la pulpa machacada es balsámica por lo que ayuda a disminuir el dolor reumático y curativa en caso de quemaduras.

La berenjena no debe consumirse cruda ya que posee un tóxico que se destruye con el calor. Puede ser irritante para personas con estómagos delicados.