La alimentación juega un papel determinante en la aparición de múltiples problemas musculo-esqueléticos, y más concretamente la denominada acidificación metabólica juega un papel importante en la aparición de problemas como artritis o artrosis entre muchos otros.

 Para combatir esta acidificación debemos tomar alimentos alcalinizantes que mejoran nuestro metabolismo y se evitará así dañar nuestros huesos y articulaciones.

 Los alimentos alcalinos son aquellos que aumentan el pH de nuestro cuerpo.

El pH se utiliza en Química como medida del grado de acidez o alcalinidad de un elemento, el cual normalmente es evaluado en su estado líquido. En el caso de la piel suele ser útil para conocer qué productos de higiene tienden a ser o no los más adecuados y cuáles en definitiva podrían hacernos daño.

En el caso de la alimentación ocurriría prácticamente lo mismo, aunque es cierto que el pH de los alimentos tienden incluso a ser menos conocidos que el de la piel. En este sentido nos referimos directamente al indicador del contenido ácido que existe en un determinado alimento o bebida, el cual varía entre 0 y 14. Esto significa que un alimento o bebida presenta un valor de pH menor a 7 se considera ácido.

¿Qué es un alimento alcalino y en qué consiste?

También podemos hablar de alimentos alcalinos, neutros y ácidos. No obstante, antes de saber qué es un alimento alcalino o alcalinizante debemos tener en cuenta que esta condición se debe principalmente a su contenido en minerales, y en cómo estos micronutrientes alteran el pH de nuestro cuerpo.

El cuerpo humano presenta un pH neutro, ligeramente alcalino que oscila entre 7,35 y 7,45. De forma que un alimento alcalino aumentaría el pH medio del cuerpo, mientras que otros alimentos ricos en minerales acidificantes lo reducirían.

Efectos de los alimentos alcalinos en el cuerpo

Fundamentalmente los alimentos alcalinos consiguen reducir los efectos no tan positivos de los alimentos ácidos. De hecho, no solo comer determinados alimentos, sino hacerlo en exceso, así como la actividad física y mental tienden a producir sustancias acidificantes, de manera que debemos incluir en nuestra dieta diaria alimentos alcalinizantes.

Eso sí, siempre debemos tener presente que no existen alimentos buenos ni malos. Lo importante es que exista en nuestra dieta un equilibrio entre los alimentos alcalinizantes y acidificantes, ya que ambos grupos son importantísimos para el buen funcionamiento de nuestro organismo.

Nuestro cuerpo posee una reserva de minerales alcalinizantes, que principalmente encontramos en los huesos. Sin embargo, una dieta desequilibrada acidificante provocaría acidosis metabólica, lo que influiría en el envejecimiento prematuro y una pérdida de masa ósea, lo que conlleva a la aparición de enfermedades como la osteoporosis.