La teoría de que todo lo que le sucede al bebé es de vital importancia para su desarrollo futuro cobra cada día mayor relevancia. Si esos primeros meses de vida son fundamentales para su lenguaje, crecimiento, carácter, etc., ahora también se demuestra que la salud que tenga está íntimamente relacionada con su más tierna infancia.

      Uno de los trastornos más comunes y frecuentes de los adultos son las migrañas, una enfermedad que afecta a un 13% de la población de los países desarrollados y que en muchos casos impide llevar una vida normal.

     Pues bien, un estudio realizado por Silvia Romanello, de Debre APHP-Hospital Rober en París y sus colegas, parece haber demostrado la relación existente entre los fuertes dolores de cabeza y los cólicos del lactante, ese trastorno que padecen hasta un 30% de los bebés y que provoca un llanto inconsolable durante al menos tres horas al día, fundamentalmente a última hora de la tarde.

     ¿Por qué sucede? Pese a que numerosos especialistas han intentado determinar la causa de este llanto, su origen sigue siendo un misterio. Los factores que más se barajan son los trastornos de tipo digestivo.

       La investigación, que ha sido publicada en la revista ‘Journal of the American Medical Association (JAMA), incluyó a 208 niños de entre 6 y 18 años que acudieron a los servicios de urgencias de tres hospitales europeos entre abril de 2012 y junio de 2012 y que fueron diagnosticados de migrañas. A todos ellos se les realizó un cuestionario para identificar antecedentes personales y las conclusiones fueron muy llamativas: más del 72% de ellos había sufrido cólicos del lactante. Además, el análisis de subgrupos para los subtipos de dolor confirmó la asociación entre el cólico infantil y la migraña sin aura (73,9% versus 26,5%) o con aura (69,7% frente a 26,5%), una asociación que no se encontró en los niños con dolor de cabeza de tipo tensional. La migraña con aura es aquella que está precedida de determinados síntomas de disfunción cerebral focal transitoria.

      "El vínculo entre el cólico infantil y la jaqueca podría estar basado en un mecanismo patogénico común de la migraña sin aura y la migraña con aura. Encontramos que entre sus características, sólo el dolor pulsátil fue más frecuente en los niños con antecedentes de cólicos del lactante que entre los niños con migraña pero sin cólico infantil", resumen los autores. Además, señalan que los niños con cólico infantil pueden experimentar una sensibilización similar de las terminaciones nerviosas perivasculares en el intestino, aunque esta hipótesis debe ser probada.

      Este estudio viene a dar un impulso a la tesis que se ha barajado recientemente y que considera que la causa del cólico del lactante no son tanto los problemas estomacales, sino fuertes jaquecas.

            A través de la osteopatía en Pataletas realizamos un abordaje global de niño; el bebé no nos puede hablar, pero gracias a su expresión corporal durante el llanto nos está informando de las estructuras anatómicas que están relacionadas con su dolor, porque no es lo mismo que llore con las piernas flexionadas llevándose las manos a la barriga que lo haga con las piernas estiradas y llevándose las manos a la cabeza.

Las vísceras están inervadas por el Sistema Nervioso Autónomo o Vegetativo;  la región visceral relacionada con el cólico del lactante está inervada por el nervio vago, este nervio sale del cráneo por el agujero rasgado posterior y desciende hasta las vísceras acompañando al esófago. La afectación del agujero rasgado posterior puede explicar los síntomas y signos con los que muchas veces se presenta el bebé, como problemas a la hora de tomar el pecho, dificultad en la deglución, regurgitación, etc. Mediante la Osteopatía Craneal podemos tratar esta afectación. Con la Osteopatía Visceral, podemos tratar el propio intestino para que funcione mejor. Las técnicas son totalmente inocuas y no producen ningún tipo de dolor ni efecto secundario en el bebé.